Associació per l'estudi i la difusió de la psicoanàlisi d'orientació lacaniana, fundada per Cecilia Hoffman. Quadern de bitàcola




miércoles, 20 de diciembre de 2017

INFANCIA Y PSICOSIS. RESEÑA DE LA CONFERENCIA DE JOSEP MARIA PANÉS



     El Grup de Treball Psicoanalític del Garraf se reunió el 15 de diciembre 2017, en torno a la conferencia de JOSEP MARIA PANÉS*  sobre "Infancia y psicosis".  

      No resulta fácil reseñar la conferencia de Josep Maria Panés, por su densidad, su amplitud y la profusión de viñetas clínicas con las cuales ilustró la teoría. Nos limitaremos a señalar algunas de las ideas fundamentales y algunas cuestiones que nos han llamado particularmente la atención. 

Cambio de paradigma clínico

Josep Maria Panés tomó en cuenta el interés de nuestro Grupo por la psicosis ordinaria y lo articuló con el tema del que le habíamos solicitado que nos hablara : el campo de las psicosis en la infancia. Planteó la cuestión de si existían psicosis ordinarias en la infancia. 

Panés comenzó destacando el cambio de paradigma clínico que ha tenido lugar en los últimos años en la clínica lacaniana. Empezó, pues, por señalar que la clínica del primer Lacan era estructuralista; es decir, lo esencial de un caso debía ser referido a una de las tres estructuras clínicas: neurosis, psicosis o perversión. Estas estructuras eran consideradas como estancas y los datos clínicos eran forzados a encajar en ellas, como en lechos de Procusto. Ahora bien, una serie de conversaciones clínicas, llevadas a cabo en Francia, pusieron de manifiesto la existencia de casos difíciles de clasificar en estas tres categorías clínicas. En esos casos, aunque no había un franco desencadenamiento, la relación con lo simbólico aparecía tocada; surgían acontecimientos del cuerpo, pensamientos intrusivos. Había, en definitiva, una efracción en el funcionamiento estable del sujeto; aparecía una discontinuidad biográfica. Estos casos inclasificables, que no se manifestaban como psicosis nítidas, llevaron a elaborar la noción de “psicosis ordinaria”, una psicosis donde una suplencia (al NdP forcluido) había permitido a los sujetos anudar los tres registros RSI (dándole el aspecto de neurosis) y les había permitido evitar así una psicosis “extraordinaria” (entiéndase, schreberiana). Esta articulación conceptual se inspiró en el último Lacan, el cual construye finalmente una clínica continuista. El último Lacan deja de poner el acento en lo simbólico. Ya no cree que la verdad escondida en el síntoma pueda curar al sujeto. Asume que la eficacia de lo simbólico se revela como limitada, tanto a efectos de comprensión como a efectos de curación. El primer Lacan pensaba que al psicótico le faltaba el tornillo del NdP. Para el último Lacan resulta que a todos nos falta un tornillo, dijo con expresión jocosa Josep Maria Panés.

La forclusión generalizada
Todo ser hablante se enfrenta con lo real. Luego todos tenemos que llevar a cabo un trabajo permanente de simbolizar, imaginarizar, semblantizar, tratar ese real –no hay relación sexual–. Con el último Lacan, entramos en el reino de las soluciones particulares, en el reino de la heterogeneidad de las suplencias. Aunque falte el tornillo del NdP, hay otros tornillos, señaló Panés. El NdP no es más que un tornillo, un síntoma; lo real puede ser tratado con otros síntomas. “Las psicosis son diversísimas, afirmó Josep Maria Panés; las neurosis, también”.

Del teatro edípico al reino de las soluciones particulares
En la primera clínica, Lacan formaliza el teatro edípico freudiano por medio de “funciones” que estructuran la subjetividad del niño. El niño –en posición de objeto– es  confrontado al enigma del deseo del Otro: ¿qué quiere el Otro, de qué goza, por qué me ha convocado a la existencia?, etc. Con una primera protosimbolización (fort/da) intenta formalizar la ausencia/presencia de la madre. Pero la operación subjetiva fundamental en esta primera clínica es la introducción de un significante primordial: el NdP –ese Padre que no necesariamente es real, sino que puede ser solamente un elemento en el discurso de la madre, precisó Panés.
En la segunda clínica, se ve que esta operación puede producirse en falso y suplirse con la identificación con el otro. La mímesis del otro, la identificación con un amigo o un hermano, soluciones pseudoedípicas pueden funcionar perfectamente como suplencias. Pueden valer; pero a veces solo, hasta que hacen crisis en la pubertad o hasta un desencadenamiento en la edad adulta.
Panés señaló que los sujetos psicóticos encuentran muchos modos de preservarse de lo real. Una estrategia posible es la siguiente. Por ejemplo, un sujeto con una psicosis franca, inequívoca, puede hablar con desenvoltura de sus encuentros sexuales. ¿Ha evitado la forclusión de la significación fálica? No. Logra defenderse de lo real, pensando que ellas sólo fingen; tiene la certeza de que en el fondo ellas no gozan. Hay muchos sujetos psicóticos, afirmó Panés, que parecen orientarse bien, pero no entienden nada, cuando los demás hablan delante de ellos de afectividad o sexualidad. Ese ubicarse en el eje imaginario plantea sus dificultades. Instalados en un estadio del espejo interminable, algunos paranoicos ordinarios, sufren del hecho de establecer una tensión especular feroz con/contra todos. Sufren de compararse infatigablemente con el otro, de competir con él/ella, de desbaratar sus lazos sociales. Existen suplencias diversísimas; las soluciones son siempre particulares. Van desde la hipertrofia de los lazos laborales, al uso sistemático de refranes, frases hechas, frases de otros, la mímesis de los otros, etc. Otro rasgo interesante que aparece a menudo en psicóticos ordinarios es que no reconocen la angustia; se sienten repentinamente desvitalizados y subjetivan la  angustia en forma de malestar físico.
Las psicosis ordinarias, aunque atípicas, son realmente psicosis, afirmó Panés. No obstante, precisó, la forclusión no es exclusiva de la estructura psicótica. Existe una forclusión generalizada, es decir, todos forcluimos la relación sexual y todos precisamos de algún tipo de suplencia.

Las psicosis en la infancia
¿Hay psicosis ordinaria en la infancia?, se preguntó Josep Maria Panés. Articuló su respuesta del modo siguiente: señaló que de entrada en los Centros de Atención Precoz se atiende a una multitud de niños inequívocamente psicóticos. Algunos deliran francamente, tienen Otros terroríficos; narran relatos de devoración y persecución, relatos con una tonalidad mucho más oscura que las ficciones infantiles neuróticas. Incluso es posible distinguir perfectamente entre paranoias y esquizofrenias infantiles. En la paranoia infantil el pequeño sujeto se defiende de lo real alicatando todo con lo simbólico, interpretándolo todo, instalándose en la certeza, el saber, la megalomanía. Para él todo lo real es simbólico. En cambio en las esquizofrenias infantiles, aparece un déficit de sentido, un anclaje muy frágil en la dimensión del sentido. Para ellos, todo lo simbólico es real. Es decir, se desencadena una verborragia sin límite, una metonimización que nada puede contener, y el lenguaje muestra un carácter “real”, invasivo para el sujeto. El esquizofrénico se queda desnudo ante un goce que se le pega al cuerpo. El cuerpo se le hace incomprensible, un enigma indescifrable. Partes del cuerpo llegan a faltar o les parecen muertos. Hay niños que padecen incluso trastornos psicóticos del humor. Algunos de los que son diagnosticados como TDAH son sujetos afectados por una psicosis maníaca.

¿Hay psicosis ordinaria en la infancia?
Ahora bien, Panés señaló que la psicosis infantil no es irremediable. Si bien han existido psicoanalistas que han considerado la infancia como una etapa psicótica, no es ésta la posición lacaniana. El yo sí que es paranoico, pero la infancia no necesariamente. El goce es siempre autista, pero no todos somos autistas. Algunos de los niños que son atendidos en los Centros de Atención Precoz consiguen hacer una suplencia, una invención, ajustar un tornillo que funciona como el NdP. Consiguen reanudar RSI con una suplencia. En esto consiste el tratamiento. A otros, en cambio, no queda más remedio que derivarlos al CSMIJ. Con los niños, el tratamiento interviene mientras la defensa aún no ha cristalizado; por tanto cabe la posibilidad de incidir en el encuentro entre lalengua y el cuerpo y conseguir un anudamiento. Luego sí hay psicosis ordinarias en la infancia y, más aún, la ordinarización de la psicosis es una buena salida del tratamiento.

Bibliografía
Josep Maria Panés nos recomendó algunos artículos de Jacques-Alain Miller -“Niños violentos”, “El niño y el saber”, “Camino a la adolescencia”-; y, también el artículo “El tiempo de la psicosis ordinaria” de Manuel Fernández Blanco. Señaló más textos aún, que no hemos sido capaces de anotar a tiempo.

Agradecemos a Josep Maria Panés su conferencia y muy especialmente la claridad con la que imbricó la teoría con la clínica.

Alín Salom


Josep Maria Panés es psicólogo clínico y psicoanalista, miembro de la ELP (Escuela Lacaniana de Psicoanálisis); ejerce en el CDIAP de St Boi de Llobregat; es miembro de la Associació Catalana d’Atenció Precoç (ACAP) y supervisor clínico de los CSMIJ de Igualada, Molins de Rei y Martorell.

sábado, 7 de octubre de 2017

CONFERENCIA INAUGURAL DE VICENTE PALOMERA: LA TRANSFERENCIA EN LA PSICOSIS

Reseña de la conferencia

            Vicente Palomera centró su conferencia de inauguración  en la problemática de la transferencia en la psicosis. 


      Palomera comenzó su discurso refiriéndose al pesimismo de Freud, claramente expresado en su obra el Compendio del psicoanálisis, respecto a la posibilidad de utilizar la terapia psicoanalítica en sujetos psicóticos. ¡Cuánto han cambiado las cosas! Los sujetos psicóticos abundan cada vez más en las consultas de los psicoanalistas y la perspectiva lacaniana abre una orientación de la cura rigurosa en estos casos. ¿Por qué esta proliferación de sujetos psicóticos? Hay dos posibilidades: o bien hay más sujetos psicóticos en la actualidad, o bien se dirigen con cada vez más frecuencia a las consultas de los psicoanalistas, tras un largo recorrido vano por otro tipo de terapias, ha señalado Vicente Palomera. 

             El problema del narcisismo
           ¿Cuál es la dificultad en juego para una cura cuando hay una posición psicótica? La dificultad radica en que el establecimiento de la transferencia –piedra angular del tratamiento– se ve dificultada por el narcisismo, dijo Palomera. Para que haya transferencia es necesario que la libido circule, que haya apertura al Otro. En la psicosis la libido no circula; en palabras de Lacan, el psicótico tiene el objeto en el bolsillo (lo tiene él, no el Otro). Es lo que se manifiesta claramente en muchos síndromes y fenómenos elementales: en la anorexia psicótica respecto al objeto oral; en el síndrome de Diógenes respecto al objeto anal; en las alucinaciones respecto al objeto invocante; en la sensación de ser mirado respecto al objeto escópico. En todos estos síndromes y fenómenos, se ve cómo el sujeto psicótico no se separa del objeto, cómo hay un cierto autismo en el psicótico. Al límite, el mundo, vaciado de libido, deviene crepuscular y eso es lo que expresa el sentimiento de fin del mundo.

El lugar del analista
No obstante, los sujetos psicóticos no son inmunes a la transferencia, señaló Palomera. Sí desarrollan una transferencia; sí se dirigen a alguien. Pero la transferencia adquiere en ellos tintes erotomaníacos y persecutorios precisamente por el hecho de la no separación del objeto. Es lo que ocurre en el caso princeps de Schreber en su relación con el psiquiatra Flechsig. Por tanto la primera cuestión que se plantea para el analista, dijo Palomera, es: ¿cómo no ocupar el lugar del perseguidor? Y esta pregunta ordenó su conferencia hasta quedar resuelta en la conclusión. 

Psicosis y libertad
A continuación, Vicente Palomera dedicó su atención a la elucidación de lo que es la psicosis. Destacó dos cuestiones. En primer lugar señaló que la psicosis no es un “trastorno”, ni un déficit, sino una “posición del ser”. ¿En qué consiste esta posición? En el rechazo del inconsciente. El sujeto psicótico, ha dicho, es un “mártir del inconsciente”, del efecto del lenguaje sobre el sujeto. “El lenguaje es una locura”, “es algo perturbador”, afirmó Palomera, con una fórmula impactante. En segundo lugar, señaló que el sujeto psicótico rechaza aceptar la identificación común; no acepta subjetivar el Nombre del Padre; rechaza la impostura paterna. En otras palabras, rechaza la subjetividad prêt-à-porter que ofrece el discurso social. Entonces este sujeto se encuentra en la tesitura de tener que inventar por su propia cuenta todos los parámetros de la subjetividad. En este rechazo, en este separarse de la masa del sujeto psicótico, es innegable que hay una profunda libertad, aunque no se trate de una libertad positiva. Locura y libertad no son excluyentes, dijo Palomera. La locura es el riesgo que hace correr la libertad. El neurótico es básicamente un esclavo; en cambio el psicótico es tan libre que resulta a veces necesario atarlo, encerrarlo.

Las formas de decir “no”
Vicente Palomera señaló a continuación que la noción fundamental para situar la psicosis es la de forclusión y expuso de una forma asombrosamente clara en qué consiste la forclusión. Dijo que el psicoanálisis era básicamente una teoría sobre las formas de decir "no" del sujeto, siendo que el sujeto siempre dice "no" a lo real. El sujeto siempre adopta mecanismos de defensa contra lo real –entendiéndose por "real" aquello que no se puede simbolizar, muerte, sexo, castración, en fin, todo lo angustioso por antonomasia para el sujeto. Existen tres formas de decir "no": la represión, la denegación y la forclusión. La represión es la forma más leve de decir no, dijo Palomera; la denegación es una forma mixta, de decir sí y no a la vez; y la forclusión es el rechazo más extremo. Al negarse a admitir el Nombre del Padre y la castración, el sujeto psicótico rechaza ceder, perder algo de su goce íntimo. Palomera comparó al sujeto neurótico con una lagartija, dispuesta a perder la cola, para escaparse del cazador. Al ceder la cola, deja este objeto a en el Otro; luego lo va tener que ir a buscar en ese Otro. Por eso  el neurótico espera del Otro un significante primordial. De él espera ser reconocido. El objeto a, articulado en el seno de un fantasma, es como una ventana abierta en medio de lo real, ventana por la cual el sujeto [neurótico] puede mirar una "realidad". Mejor dicho, la extracción del objeto permite "constituir" una "realidad", un real simbolizado (que ya no es "real"); permite limitar el goce a través del fantasma. En cambio en la psicosis, el goce queda desregulado; el significante que debía venir del Otro queda forcluido. El sujeto psicótico no pierde nada, luego no pide nada. Rechaza (a) el inconsciente, (b) la identificación, (c) la impostura paterna. En cambio el neurótico no hace más que pedir y pedir, todo el rato.

La transferencia en la psicosis
Volviendo a la cuestión de la transferencia, Vicente Palomera señaló que el psicótico no supone saber al analista. Para el sujeto psicótico el analista no es el que sabe; el que sabe es él. A la suposición de saber subyace el amor; luego el narcisismo del sujeto psicótico no propicia la transferencia. En esta coyuntura, bajo ningún concepto el analista debe pretender ocupar ni el lugar del amo, ni el lugar del ideal ante un sujeto psicótico, lugares que le conducirían sin dilación o bien al delirio erotomaníaco (él me ama), o bien al delirio paranoico (él me odia). Puede ocupar, dijo Palomera, un lugar más modesto: el de testigo, secretario o semejante del psicótico, un pequeño otro, particular, que pueda acompañarlo, hacerse partenaire de sus elaboraciones. El analista no debe interpretar nada, precisó Palomera; pero tampoco limitarse al acompañamiento. Debe hacer algo más: una maniobra que se aplique a orientar el goce, que señale aquello que "no le conviene" al sujeto, que intente asintotizar el goce, limitar un poco lo real con lo simbólico. Toda la cuestión es, pues, mantener anudado RSI, lo real, lo simbólico y lo imaginario. Palomera agregó también que para evitar crear posiciones de amo o ideal, se podía recurrir, en las instituciones, a la pluralización del Otro.

Las cuatro precauciones en el tratamiento de las psicosis
En definitiva, el analista debe abstenerse de cometer cuatro errores. Debe (1) no autentificar lo imaginario; (2) no interrogar la homosexualidad; (3) no hacer resonar la lengua jugando con equívocos; (4) no estirar el sujeto en el diván.

Bibliografía recomendada
Vicente Palomera nos recomendó leer tres artículos:

CASTANET, HERVÉ: "El sujeto en la nebulosa", Los inclasificables de la clínica psicoanalítica.
DEFFIEUX, JEAN-PIERRE: "Un caso no tan raro", Los inclasificables de la clínica psicoanalítica.
MILLER, JACQUES-ALAIN: "Mostración en Prémontré", Matemas I.

           Agradecimientos
          Agradecemos a Vicente Palomera la extremada claridad con la que expuso conceptos teóricos  complejos y su generosidad por acudir a dar una conferencia hasta nuestro rincón perdido de las provincias, sosteniendo así la causa freudiana. Palomera dijo que había que dejarse engañar un poco -les non dupes errent. Nos declaramos, pues, definitivamente dupes, crédulos, después de esta conferencia, persuadidos de pescar gracias a él, con el cebo de la teoría, la carpa de la verdad -preciosa metáfora shakespeareana a la que hizo él referencia en su conferencia.

Alín Salom




jueves, 10 de agosto de 2017

                                                                                                                                                                                               

 

 




MÓDULO DE INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS LACANIANO
ACTIVIDAD DECLARADA EN LA SECCIÓN CLÍNICA DE BARCELONA DEL INSTITUTO DEL CAMPO FREUDIANO

PROGRAMA DEL CURSO 2017-2018

EL CAMPO DE LAS PSICOSIS

 

 

8 de septiembre                     Reunión preliminar y Taller de lectura
                                                ALFREDO ZENONI, “Después del Edipo qué llega a ser la psicosis”
                                                MARIE-HÉLÈNE BROUSSE, “La psicosis ordinaria a la luz de la teoría
 lacaniana del discurso”.
 Exponen:  Patricia Montozzi y Alín Salom

6 de octubre                           CONFERENCIA INAUGURAL a cargo de Vicente Palomera 
                                "El campo de la psicosis"
                                Viñeta clínica : Maika Jiménez

3 de noviembre                      Taller de lectura
                                                JEAN-CLAUDE MALEVAL: La forclusión del nombre del padre, “Introducción”
 Expone: Carme Fernández

15 de diciembre                      CONFERENCIA a cargo de Josep Maria Panés
                                                “Infancia y psicosis
                                                Viñeta clínico-social: Carme Fernández

19  de enero                           Taller de lectura
 ANNY CORDIÉ: Los retrasados  no existen, caps. IV y V.
                                               Expone: Rosa Antolín

23 de febrero                         CONFERENCIA a cargo de Jorge Sosa
                                               “Adolescencia y psicosis
                                                Viñeta clínica-educativa: Rosa Antolín

16 de marzo                           CONFERENCIA a cargo de Ricard Arranz
                                “El hombre de los lobos reinterpretado”
                                                Viñeta clínica: Patricia Montozzi

27 de abril                              Taller de lectura
 PHILIPPE LACADÉE: “Apremiado yo por encontrar el lugar y la fórmula”
[Rimbaud, el sinthome]
                                               Expone: Pilar Ruiz

11  de mayo                           CONFERENCIA a cargo de Hebe Tizio

                                               
                               “Lalengua y el discurso en las psicosis
                                                Viñeta clínica: Agnès Wehr

1 de junio                                CONFERENCIA DE CLAUSURA
 a cargo de Marta Serra

                                “¿Todo el mundo es loco?”

Las reuniones del GTPG se celebran en el Centre Cívic de la Geltrú (Plaça de l’Associació  d’Alumnes Obrers, 1, Vilanova i la Geltrú), los días indicados, a las 20.30.h.                                                        
Información : alinsalom@yahoo.es  

 


PROYECTO DE TRABAJO


El campo de las psicosis es el tema que pretendemos retomar, en el Grup de Treball Psicoanalític del Garraf, a lo largo del curso 2017-2018. Las elaboraciones en torno a la psicosis de Lacan y de Miller han abierto un nuevo panorama –apasionante– que no cesa de ampliarse y modificarse en los últimos tiempos. Se trata de poner nuestro trabajo en sintonía con el XI Congreso que pronto va a generar y ya está generando nuevas conceptualizaciones del tema.


 ¿No afloran con cada vez mayor frecuencia casos difíciles de cernir? ¿Cómo afinar el diagnóstico diferencial, cómo reconocer los casos de psicosis ordinaria que aparecen bajo la envoltura de neurosis? ¿Por qué esta dificultad de algunos sujetos en alojarse en el discurso? ¿Cómo dar cuenta de la dificultad, no ya con la orientación sexual, sino con la identidad sexual, cada vez más frecuente en nuestros días? ¿Qué hacer frente a la pobreza discursiva de algunos sujetos, a su desorientación radical? ¿Qué Otro opera para ellos y qué Otro tiene sentido intentar encarnar a su lado? ¿Cómo ayudar a reanudar lo que se ha desanudado? Resulta crucial, si no responder de forma acabada, sí por lo menos orientarse respecto a estas preguntas, tanto cara a la dirección de la cura como a la intervención social o educativa en la actualidad. Por otro lado, si no entendemos, en el Grupo, la afirmación lacaniana de que la psicosis es la estructura por excelencia, no podremos avanzar, ni podremos entender nada de lo que la Escuela elabora teóricamente en la actualidad. 

Intentaremos abordar los interrogantes que hemos planteado y los que vayan surgiendo a través de (a) una serie de conferencias impartidas por miembros de la Escuela, (b) la presentación de viñetas clínicas por parte de miembros del Grupo y (c) un breve taller de lectura donde trabajaremos textos de Jacques Lacan, Jacques-Alain, Miller, Marie-Hélène Brousse y Philippe Lacadée, etc.



BIBLIOGRAFÍA

BROUSSE, Marie-Hélène: “La psicosis ordinaria a la luz de la teoría lacaniana del discurso”, Freudiana, 76 (2016).

LACADÉE, Philippe:  El despertar y el exilio. Enseñanzas psicoanalíticas sobre la adolescencia. Madrid, Gredos, 2010.

LACAN, Jacques: “Alocución sobre las psicosis del niño”, Otros escritos. Buenos Aires, Paidós, 2012.

MILLER, Jacques-Alain:  El hombre de los lobos. Un seminario de investigación psicoanalítica. Barcelona: Gredos, 2011.
           La fuga del sentido. Buenos Aires, Paidós, 2012.
           Todo el mundo es loco. Buenos Aires, Paidós, 2015.

MILLER, Jacques-Alain & otros: La psicosis ordinaria. Buenos Aires: Paidós, 2014.
                                                           Los inclasificables de la clínica psicoanalítica, Buenos Aires: Paidós, 2003.

PALOMERA, Vicente:  Pioneros de la psicosis. Madrid, Gredos, 2014.

SOSA, Jorge:    “Cuando todo lo simbólico es real. Enseñanzas de la esquizofrenia”. Freudiana, 76 (2016).
                            “ Una lectura de la psicosis infantil”. L'Interrogant, 13 (2016).
          “ Trastornos mentales graves y saber escolar”. L’Interrogant, 7.

TIZIO, Hebe:  “El goce de la lengua y el discurso”. Dedalus 04. Boletín multilíngüe del XI Congreso de la AMP (2017).
                          “El uso de las drogas en la adolescencia”. Educación social. Revista de intervención socioeducativa, 29 (2005).


ZENONI, Alfredo:  Después del Edipo qué llega a ser la psicosis”. Freudiana, 79 (2017).